Bamako. Caótica capital.

Salimos de Nioro dirección a Bamako.



Ya hemos decidido que acortaremos nuestro viaje y que, en lugar de intentar llegar a la capital de Burkina Faso, Ouagadougou, finalizaremos en el País Dogón, preciosa región en las estribaciones de Mali. De esta forma, acortamos el viaje en unos 1000 km, un visado y una frontera menos, lo que nos permitirá rodar con más tranquilidad y disfrutar más de lo que Mali nos ofrece.

Pero a 150 km de la capital, después de comer en un restaurante de carretera, Alex se siente realmente enfermo. Con dolor de estómago, fiebre y mareos, la cosa se pone fea.




Alberto y yo nos vestimos nuestras imaginarias batas de médicos, como en ese anuncio del Ministerio de Sanidad en el que carniceros, vecinos y la señora María daban consejos a diestro y siniestro. Y tratamos a Alex con unos medicamentos contra la fiebre que lleva Alberto para esas ocasiones.

Al rato, parece que las molestias se le pasan un poco y volvemos a subirnos a las motos.


Un esfuerzo admirable y digno de mención el que hace Alex para recorrer en ese estado la distancia que nos separa de Bamako, cruzar de noche la caótica ciudad y llegar al campamento donde descansaremos.

Nos esforzamos especialmente en llegar al Campamento Kangaba, ya que parece el lugar perfecto para descansar, en vez de buscar algún albergue en Bamako. Un oasis a tocar de la capital maliense, con piscina, cómodas cabañas y buena comida.







Nos lo recomendó Toby, un alemán que conocimos en Ayoun el-Atrous, Mauritania, y que llevaba 10 meses dando la vuelta a África en una Honda Transalp.


Al día siguiente toca reposar, y mientras Alex acaba con casi todas nuestras existencias de papel higiénico (del que todos, a estas alturas, estamos dando buena cuenta), Alberto y yo nos acercamos a Bamako.






Aprovechamos para enviar un correo a los nuestros.


ayer llegamos a Bamako.
 
el cruce de mauritania ha sido largo, pero trankilo. nos ha pasado de todo, pero nada malo.
inseguridad, pues la verdad no la hemos sentido creo que en ningun momento.
 
lo que si que pasaba en mauritania es que nos querian cobrar todo 3 veces mas caro. menudos negociantes, los cabrones. jeje
suerte que vamos con powermi, negocieitor, que le rebaja el precio a todo
 
ahora en mali, mejor.
los paisajes siguen siendo impresionantes, y ya empezamos a ver las tipicas aldeas africanas con chozas redondas de adobe y ramas.
la gente es muy muy maja, y muy legal.
la verdad es que parece que sera muy agradable viajar por aqui.
 
y por si fuera poco, hoy descansamos en bamako, en un bungalow con piscina y cerveza...
joer, pero que dura es la vida del motorista...
 
manyana saldremos hacia segou y mopti, el precioso pais dogon.
creemos que sera nuestro objetivo final, ya que ouagadougou parece ahora demasiado lejos
preferimos disfrutar mas el momento, las piscinas y las cervezas... jejeje


Al día siguiente partimos Alberto y yo hacía el País Dogón, meta final de nuestro viaje. Alex se queda en Bamako, ya que no se siente nada bien y cuatro días de reposo le vendrán bien.



Yo hacía años que había oído hablar del País Dogón, una región de Mali fronteriza con Burkina Faso, y para mi era la razón principal del viaje. Ahora estaba tan solo a 500 km de cumplir el sueño de visitarla y estaba emocionado.

Y no me defraudará.







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